Por Pegaso
Andaba yo volando allá, sobre el bulevar Hidalgo, en un restaurant donde se llevó a cabo el Primer Coloquio del grupo de chat Pegaso, ya que por medio de wasap habíamos convocado a los integrantes de ese colectivo para que participaran con ideas en torno al gravísimo tema de inseguridad que padecemos.
Asistimos sólo 10, lo que representa apenas el 5% del total de integrantes del chat, sin embargo, esos diez fueron sumamente participativos.
Estuvieron Yenni Gandiaga, reportera de Radio Rey, Ricardo Flores, reportero, Salvador Estrada, abogado, Hugo Jofre, empresario, Francisco H. Castro, columnista, Norma E. Sánchez, Directora del portal Aquí Tamaulipas, Jesús Rivera, Administrador del chat, Antelma Flores, cronista deportiva, Enrique Salinas, locutor y Ricardo Arroyo, Director del periódico La Hoja.
Por ahí se pegó también como oyente el profe Raúl Zárate Lomas, pero finalmente, a invitación de los ponentes, habló hasta por los codos.
Bajo el tema general de Seguridad Pública, cada quien pudo externar su opinión en torno a los siguientes subtemas: ¿qué ha fallado en la estrategia para combatir a la delincuencia organizada? y ¿Creen que México pueda volver a la normalidad?
Hubo variopintas opiniones, desde la cuestión económica, con un salario mínimo que no alcanza ni para comprar tortillas, por lo que las familias llegan a fracturarse y finalmente los hijos se unen a grupos delincuenciales, hasta las complicidades de los gobiernos.
Se habló de la necesidad de prestar más atención a los jóvenes y motivarlos para que sigan adelante con sus estudios; también se dijo que la simulación, la corrupción y la impunidad son los vicios que han permitido la entrada del crimen organizado a prácticamente todos los ámbitos de la vida nacional.
Se pidió que en próximas reuniones se invite a funcionarios relacionados con el tema para saber qué están haciendo para paliar la constante situación de zozobra y temor en la que vivimos, no sólo en Reynosa o en Tamaulipas, sino en todo México.
La falta de oportunidades para los jóvenes, la pobre educación que los padres brindan en las casas y la pérdida de valores son campo fértil para todo tipo de conducta antisocial.
Por consiguiente, hubo propuestas tales como retomar la materia de Civismo en las escuelas, contar con un psicólogo en cada institución educativa y retomar el programa de Escuela para Padres.
De igual manera, es necesario que se cuente con una policía efectiva, que no se deje corromper.
La lluvia de ideas fue realmente fructífera.
De lo que se trata es que podamos reunir todas esas propuestas y canalizarlas a la autoridad correspondiente para que se tomen decisiones ejecutivas.
Algunos de los asistentes, evidentemente preocupados por los problemas que nos aquejan, consideran que no es suficiente con la crítica fácil hacia las autoridades, con las consignas o los ataques de mala leche, sino que hay que buscar soluciones y en su oportunidad, plantearlas a quien tiene la obligación de actuar.
Si ahorita es un pequeño grupo surgido del espacio virtual, en poco tiempo podría multiplicarse el número, o que otros sigan el ejemplo. Y entonces, tendremos una sociedad más participativa, con proposiciones frescas de donde puedan echar mano nuestros políticos de buena voluntad.
¡Ahhh, porque uno de los puntos que se trataron en el Coloquio fue el tema de la voluntad política!
Resulta cierto de toda certeza que en México no se mueve nada si no hay disposición para hacerlo.
Por encima de la Constitución y por encima de cualquier cosa, está la voluntad de los gobernantes. No hay nada imposible cuando el Presidente en turno da el palomazo. Inmediatamente se mueve todo el engranaje, se buscan vericuetos legales y los genios de escritorio se exprimen el cerebro para ver la manera en que se puede ejecutar la orden.
¿Que el Gobierno no pacta con delincuentes? Bueno, en Estados Unidos y otros países no es el Gobierno quien toma acuerdos con los grandes jefes del hampa, sino negociadores profesionales.
Pero claro. Si algo falla, el Gobierno desconoce al negociador y niega rotundamente cualquier nexo con él.
¿Han visto películas de conspiraciones gringas? No hay que creerles todo, pero la mayoría están inspiradas en hechos reales.
Si en algún momento existiera la voluntad política de negociar con la delincuencia organizada, júrelo que se va a hacer, mediante negociadores o cualquier otro mecanismo extraoficial.
De hecho, era lo que se hacía hasta Carlos Salinas de Gortari… luego llegó Calderón y rompió con el esquema.
Creo que es la participación de la ciudadanía la que finalmente nos sacará del hoyo negro en el que estamos porque, hasta donde sé, aún no hay la voluntad política para realizar una efectiva y completa labor de pacificación en el país.
El refrán estilo Pegaso dice así: «El dispositivo artesanal o industrial construido para el cocimiento homogéneo de los alimentos no es adecuado para procesar secciones de masa elaboradas con harina de trigo». (El horno no está para bollos).